Jóvenes en la Iglesia
Pre-adolescentes, Adolescentes y Jóvenes
Teniendo en cuenta la diferencia de edades entre cada uno de estos grupos, la meta que tratamos de alcanzar es común a cada uno de ellos. Otra diferencia se encuentra en la manera de aplicarlo. La edad, la madurez y las luchas que enfrentan cada grupo, nos ayudan a reflexionar en la forma de llevar acabo nuestra visión.
Por eso insistimos en tener líderes que tengan, lo que el escritor John Stott llamaba, el «doble oído».
Es decir, tener un oído atento a la voz de Dios, por medio de su Palabra y el otro atento a la voz del mundo. De esta manera escuchar las necesidades que enfrentan nuestros jóvenes en su entorno para llevarles a sus oídos, de la mejor manera posible, lo que dice Dios en su Palabra.
Decimos entonces que una voz es para ser conocida (la de Dios) y la otra es para ser comprendida (la del mundo).
Teniendo en cuenta las nuevas ideologías y cambios en la sociedad, medios por los cuales nuestros jóvenes son arrastrados a una vida sin valores y de confusión; nosotros como Iglesia queremos contrarrestar estas ideologías, con la única arma eficaz: ¡La Palabra de Dios!
“La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida” Salmos 19:7a DHH
A pesar de la diferencia cultural que hay en los orígenes de nuestros jóvenes (latinos) y la sociedad (francesa) en la que viven y la diferencia de cultura entre hoy y la época en que fueron escritas las Escrituras, estamos convencidos de que la Biblia sigue siendo vigente y suficiente para orientar y ayudar a los jóvenes a resistir a la influencia de nuestra sociedad.
“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”
Salmos 119:9 RVR1960
De esta manera resumimos nuestra meta y visión:
« Darles a conocer la Palabra de Dios, para que conozcan al Dios de la Palabra »