Después de muchas preguntas y de postergación, aquí estamos ...en el
año 2020-2021, ... frente... a una situación en la que nunca se había
experimentado en nuestro país, tanto política como económicamente.
¿Qué nos reserva el futuro? Cada uno puede tener su propio análisis...
¡de hecho nadie lo sabe realmente! Nuestro mundo carece totalmente
de puntos de referencia; ¡nuestros gobernantes ";navegan a tientas"!
¿Y que pasa con la Iglesia? ¿Que pasa con cada uno de nosotros que
somos cristianos, enfrentando este nuevo año? ¿Cuál será nuestro
compromiso dentro de nuestra comunidad? ¿Vamos a persistir en el
miedo a la enfermedad, en el miedo al mañana, en el miedo a morir, en
el miedo a reunirse? Estas preocupaciones no son nuevas, ya estaban
presentes cuando el Señor estuvo en la tierra; quiero recordarles las
palabras de Jesús, ya que en estos tiempos adquieren un significado
especial:
Lucas 12:25-31:
"¿Quién de ustedes, a causa de sus preocupaciones, puede añadir un
poco a la duración de su vida? Si entonces no puedes hacer ni la más
mínima cosa, ¿por qué te preocupas por el resto? Considerad cómo
crecen los lirios: no trabajan ni hilan; sin embargo, os digo que ni
siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. Si Dios
viste así la hierba que hoy está en el campo y mañana será arrojada en
el horno, ¿cuánto más no vestirá a ustedes, gente de poca fe? Y tú, no
busques lo que vas a comer y lo que vas a beber, y no te angusties. Por
todas estas cosas los gentiles del mundo las buscan. Tu Padre sabe que
los necesitas. Busca más bien el reino de Dios, y todas estas cosas te
serán añadidas."
¿Qué vamos a hacer con esas palabras?
Por mi parte, espero que la Iglesia esté más presente que nunca, en
medio de este mundo desconcertado, que todas nuestras actividades se
reanuden, que todos los cristianos sientan la necesidad de involucrarse -
¡para no dejar la ventaja al adversario de nuestras almas!
Los tiempos actuales nos dejan dos opciones: ¡rendirnos y retirarnos a
nuestro rincón o reaccionar ante la adversidad del momento y
convertirnos en un héroe de la fe! ... ¡Jesús es el vencedor!
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